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En su breve historia, la MLS ha visto algunos equipos talentosos.
El Chicago Fire del 98 reunió posiblemente al mejor equipo de la MLS de la historia en su primer año como equipo de expansión. Con Zach Thornton, Peter Nowak, Chris Armas y Jesse Marsch, junto con las florecientes estrellas Ante Razov y Josh Wolff, el club barrió tanto la copa como la liga.
En términos de talento puro, era un equipo premilenial que posiblemente solo rivalizaba con DC United. La alineación de United se leía como un índice de leyendas de USMNT con Eddie Pope, John Harkes, Roy Lassiter, Tony Sanneh, Jeff Agoos y Ben Olsen. Marco Etcheverry y Jaime Moreno proporcionaron algo de creatividad sudamericana, elevando al United a una fuerza de siguiente nivel.
En las últimas temporadas, Los Ángeles y Seattle también han atraído una sólida colección de jugadores. La temporada pasada, Robbie Keane, Landon Donovan, Steven Gerrard, Ashley Cole y Gio Dos Santos del Galaxy construyeron la columna vertebral de un equipo que podría haber dominado la Premier League cinco años antes.
Con el Fuego del 98 como excepción, todas estas dinastías se construyeron con el tiempo. La lógica nos dice que Roma no se construyó en un día.
Lo que hace que sea aún más sorprendente que antes de siquiera haber jugado un partido, Atlanta United ya haya reunido al equipo más emocionante en la historia de la MLS.
Brad Guzan will return from the English Premier League to join Atlanta United (Photo: @StatesideSoccer | Twitter)
Lo tienen todo, comenzando por el gerente.
Tata Martino es uno de los entrenadores más experimentados del fútbol mundial. El argentino llevó a su país a las finales de la Copa América dos veces en 2015 y 2016, perdiendo ambas en los penales. También estuvo en Barcelona en 2013, donde permaneció invicto en sus primeros 16 partidos. Fue un logro sólo superado por su hazaña de convertir a Newell's Old Boys (de la fama de Lionel Messi) de aspirantes al descenso a semifinales de la Copa Libertadores.
Martino ha justificado rápidamente su reputación. Con el apoyo de un propietario que permitía el gasto libre, Atlanta ha construido metódicamente un centro de poder que explotará en marzo.
Empezando por los chicos líderes. Aunque Jeff Laurentowicz, Michael Parkhurst y Jacob Peterson no son precisamente jugadores que prometan emoción, conocen la MLS y lo que se necesita para triunfar. Todos son buenos fichajes.
Con las incorporaciones de Kenwyne Jones, Greg Garza y Brad Guzan, el club cuenta con tres veteranos de la CONCACAAF que aportan estabilidad y seguridad.
Y ahí es donde empieza a ser divertido.
La MLS tiene la tradición de traer nombres en lugar de jugadores. Y ha sido genial ver a Thierry Henry, Andrea Pirlo y al súper-Frank Lampard en persona. Pero a menudo, muchas de estas superestrellas envejecidas vienen a los EE.UU. buscando comenzar su próxima carrera en lugar de terminar la que ya tienen como jugador.
Cuando vi a Steven Gerrard jugar en el LA Galaxy, vi una versión más lenta del dínamo del mediocampo que crecí contemplando en la televisión. Recuerdo cuando tenía 12 años aquella noche en Estambul. Pienso en todas las horas que pasé emulando su técnica, y cuando hice en el fondo de mi ordenador una foto de sus tacos Adidas Predator porque estaba ahorrando para ellos. Con cada pelota larga de la MLS guiada por láser, disfruté recordando los recuerdos relacionados con Gerrard en mi propia vida.
Y ese tipo de nostalgia está bien. Pero no es lo que necesita la MLS, porque es inherentemente al revés.
Hay una cierta excitación única al observar el talento joven que ha estado faltando en la liga.
Cuando veo a un jugador poco común como Jordan Morris ascender en las filas de Seattle, pienso en el futuro. La promesa de que esto es sólo el comienzo. Con cada toque, pase y tiro, ves lo que es, y luego lo que podría ser. Es ver la carrera de abajo, e imaginarla en el rojo, blanco y azul en una noche de verano en Moscú.
Estos jóvenes jugadores no aparecen a menudo.
Y son exactamente lo que Atlanta traerá. En abundancia.
En Andrew Carleton y Brandon Vazquez, United tiene dos de los más brillantes prospectos de USMNT. Aunque ambos serán atacantes de poca importancia en el mejor de los casos esta temporada, entrenarán todos los días con un entrenador de clase mundial, una gran señal para el futuro de la selección nacional.
Sin embargo, lo que más me entusiasma son los fichajes de DP de Atlanta. En ellos hay tres jóvenes talentos apasionantes. Todos son rápidos, técnicos y extremadamente prometedores. Se dice que el Atlanta United venció al Arsenal al obtener el fichaje de Almirón, mientras que Villalba llega desde San Lorenzo con críticas similares. En Josef Martinez, tienen a un jugador que ha marcado goles para Venezuela, aunque su estado de forma en el club no ha sido muy bueno.
Miguel Almiron (izquierda), Josef Martinez (centro) and Héctor Villalba (derecha) (Photo: Twitter)
Lo más importante es que todos estos jugadores son menores de 24 años. No están en Atlanta para cobrar un enorme sueldo. Vinieron a la MLS con una reputación ya muy alta, buscando sólo promoverlos.
Este tipo de jugadores son los que harán de la MLS una liga superior. Las estrellas que te ponen de pie diciendo, "vaya, podría jugar en el Liverpool", en lugar de "¿te acuerdas de él en el Liverpool?"
Atlanta no sólo tiene uno. Tienen tres de estos jugadores. En la historia de la MLS, esta colección de jóvenes talentos atacantes nunca ha sucedido.
Claro, puede que necesiten algo de tiempo para consolidarse. Pero a largo plazo, la habilidad y la ambición siempre llevarán a los equipos a la cima. No hay duda de que el United tiene ambas cosas en abundancia.
Más importante aún, parece que recién están empezando.
Y esa es la parte más emocionante.
