Quizás no sea sabio exteriorizar pensamientos como este, pero aquí vamos: Cruz Azul tiene en bandeja la posibilidad de acabar con su tristemente célebre sequía de títulos con un doblete. Sí, La Máquina está en camino y posee las herramientas para derrotar los fantasmas propios, la larga lista de cruzazuleadas y en las próximas semanas ganar el Clausura 2021 de la Liga MX y la actual versión de la Liga de Campeones de la Concacaf.
¿Dónde lo firmo?
Si bien el año comenzó a los tropezones, aún herido por los despilfarros del 2020, el equipo poco a poco ha ido encontrando su temple junto al entrenador Juan Reynoso. Su juego es compacto, ofrece alternativas y sus individuales funcionan. Luis Romo, Orbelín Pineda, Roberto Alvarado y Jonathan Rodríguez están en una excelente forma, pero también lo están otros actores más de reparto como Brayan Angulo o Pol Fernández.
Mucho de eso quedó en evidencia en el triunfo conseguido en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf. Cruz Azul venció 1-3 al Toronto FC y puso un pie y medio en la ronda de los cuatro mejores.
Hay evidencias de cosas por mejorar, pero también da la sensación de que el Cruz Azul es un equipo que marca goles cuando se lo propone. Anoche, un desliz defensivo puso un poco de suspenso al partido (1-1 parcial), pero el ritmo, el dueño del partido siempre estuvo claro. De hecho, a nadie le hubiera sorprendido que el partido terminara 1-4 o 1-5.
Es cierto que es solo la ronda de cuartos y que en el cuadro todavía están el campeón de la MLS, Columbus Crew, y el América, uno de los mayores cucos de La Máquina. Pero también vale poner sobre la mesa que el último gran título que ganó el Cruz Azul fue la Liga de Campeones 2013-14, derrotando al Toluca.
Siete años no es tanta presión. Al menos en comparación con la tarea más pesada: ganar la Liga MX por primera vez desde 1997. Sí, 1997, cuando en los cines proyectaban “Titanic”, “Men In Black” y “Batman” era George Clooney. Sí, 1997 cuando la gente caminaba con walkmans y se conectaba a internet por la línea fija del teléfono. Sí, 1997 cuando jugadores del plantel como Alex Gutiérrez o Roberto Alvarado todavía no nacían.
En todo ese período, el equipo obtuvo seis subcampeonatos y permitió la generalización del verbo “cruzazulear” que, básicamente, consiste en arrugar, decepcionar y perder cuando todas las condiciones parecieran estar a tu favor.
¿Qué me hace pensar que esta vez no van a cruzazulearla? Nada más concreto que el rendimiento del equipo. La última ocasión en que el Cruz Azul perdió fue el 16 de enero, por lo que ya lleva más de 100 días invicto. La racha es de solo triunfos, con excepción de un 1-1 ante América, lo cual convierte al equipo en el líder absoluto de la fase regular del Clausura 2021, con 40 puntos.
Así está la #TablaGeneral a falta de una fecha para que concluya la #FaseRegular del #Guard1anes2021
¿Aparece tu equipo en los ocho primeros sitios?1⃣ @CruzAzul
2⃣ @ClubAmerica
3⃣ @ClubPueblaMX
4⃣ @Rayados
5⃣ @ClubSantos
6⃣ @clubleonfc
7⃣ @TolucaFC
8⃣ @atlasfc#LigaBBVAMX ⚽ pic.twitter.com/IvHsRCxAZ9— Liga BBVA MX (@LigaBBVAMX) April 27, 2021
También hay un elemento cósmico. El técnico Juan Reynoso era el capitán, el hombre que levantó el trofeo para el Cruz Azul en ese ya lejano Torneo Invierno 1997. Sería una forma de completar el círculo, de cerrar un ciclo.
Sí, otros jugadores de ese plantel como Benjamín Galindo y Joaquín Moreno lo intentaron como entrenadores del plantel en el pasado y se quedaron con las manos vacías. Sin embargo, Reynoso es el tercero y la tercera es la vencida. O eso dicen.
Los futbolistas del actual plantel tampoco escapan a la responsabilidad que empieza a apelotonarse sobre sus espaldas. “La verdad sería algo muy absurdo pensar que no podemos lograr las dos cosas (el doblete), estamos concentrados en ir paso a paso, no pensamos en el más allá, pensamos que es cada partido y eso nos va a llevar al objetivo. Tenemos un equipo basto, completo, compacto, seguro y con muchas variantes. Estamos para lograr lo que nos propongamos”, opinó Luis Romo ante los desafíos que asoman en el horizonte.
Parece que sí, parece que este año sí es el bueno.