En el 2009, cuando Zlatan Ibrahimovic se pasó al Barcelona en una transferencia que sacudió las bases fundamentales del fútbol, todos pensaron que Barcelona acababa de asegurar el fútbol de clubes por los próximos 5 años. Pensaron que dominarían el mundo, pero no con Zlatan.
El enorme sueco nunca pudo llevarse bien con Pep Guardiola. Cuando fue forzado a jugar de extremo para darle espacio al brillo incontenible de Lionel Messi, ahí fue donde todo se arruinó. Hubo desacuerdos, peleas, inconsistencias y reportes de Zlatan gritándole, “¡eres un cobarde!” a Guardiola. Esto no fue únicamente por haber enviado a Zlatan de extremo, pero esto puede darte una idea de lo que puede suceder si sacas a un jugador de su posición preferida.
Luis Suárez entra en el 2014. De nuevo, Barcelona ha asegurado los servicios de un delantero en lo más alto de su carrera. De nuevo sale a relucir la pregunta de cuál será su posición. Messi ya ha asombrado a todos con un rol central por años. Luis Suárez se había convertido en el mejor jugador en la Liga Premier ocupando la misma posición. Esta vez no estaba Pep Guardiola, pero parecía que el equipo estaba condenado a repetir el mismo error que había arruinado el potencial dúo imparable de Zlatan Ibrahimovic y Messi hace 5 años.
Hoy podemos ver que esto no ha sucedido. Aunque ha comenzado como extremo, Suárez ahora está jugando de delantero para el Barcelona y está jugando de forma brillante. Anotó el gol de la victoria en El Clásico y en el fin de semana sumó estas dos bellezas contra el Almería.
Y Messi ha seguido haciendo lo que siempre hace Messi.
¿Entonces qué sucedió? ¿Por qué la relación de Suárez con el Barcelona no resultó ser una tormenta de drama y agresión pasiva? No hubo ninguna solución milagrosa, en caso de que eso estés pensando. Messi y Suárez resolvieron esto de la forma más aburrida posible y eso tal vez restaure tu esperanza en la humanidad.
Escucha lo que dijo Suárez durante una entrevista con la estación de radio El Partido de las 12.
“Honestamente, yo terminé en la posición central durante un juego por casualidad y Lio me dijo: ‘Quédate ahí’. Luego de eso, el entrenador vio que habíamos encontrado una buena solución nosotros mismos y empezamos a probarla. Nadie tomó la decisión oficialmente, pero obviamente después de eso fue el entrenador el que empezó a ponerme como número 9.”
Cuando un atleta habla al aire sobre las relaciones entre los jugadores en un programa de radio, algunas veces tenemos que prepararnos para algunas revelaciones insignificantes, pero notables. Dirán que no se llevan con tal y tal o que no están de acuerdo con las decisiones de tal y tal. Pero Suárez no. Él demostró que las atletas superestrellas pueden actuar como adultos responsables. Para un hombre que es famoso por morder a la gente, esto no es otra cosa que una madurez ejemplar.
Juego limpio, caballeros.