Hora de reabrir las heridas entre Javier Hernández y la selección mexicana, capítulo 13.154. ¿A qué no saben qué hacía Chicharito a la misma hora que México y Canadá jugaban en el Azteca por las clasificatorias a Catar 2022?
Bueno, no estaba mirando el partido. O lo hacía sin poner mucha atención, ya que toda su energía estaba en una partida de Call of Duty WarZone que él mismo transmitió a través de su canal en Twitch.
Seguramente varios están reprobando la acción de Hernández, pero para ellos dos cosas:
1. Chicharito no se siente parte del proceso de Gerardo Martino. De hecho, no ha sido llamado al Tri en dos años. El Tata y la FMF insisten que no hay veto, que todo es rendimiento dentro del campo, pero nadie se traga el cuento. Ahora, si no lo llaman tiene el absoluto derecho de hacer lo que se le dé la gana con su tiempo libre.
2. ¿Y el amor por México? No vengan con chauvinismos y sentimentalismos baratos. Sí, el fútbol amplifica los sentimientos de unión y nacionalismo, pero cualquier señal de exageración en el discurso de amor a la patria es innecesario y hasta tóxico.
Javier Hernández no tenía ganas de ver el partido y fin de la historia.
Chicharito en Call of Duty WarZone
Como muchos otros futbolistas, Hernández abrazó con fuerza la tentación de los videojuegos en plena pandemia por Covid-19 y hoy pasa horas con un joystick en la mano. Todo con computadores de última generación, silla ergonómica y una larga lista de gadgets personalizados.
View this post on Instagram
COD: Warzone es el juego que hoy captura su atención y continuamente transmite en vivo las misiones que tiene junto a sus compañeros.
Hace algunas semanas incluso retó vía TikTok al piloto de Fórmula 1, Sergio "Checo" Pérez, a un desafío online.
Aquí los esperamos. ##procod ##codclutch ##gaming ##codmw ##warzone ##chicharito ##ch14 ##comedia
No sé cuántas horas pasa Chicharito jugando, pero viendo sus perfiles sociales no son pocas.
Esto no es una crítica, pero sí hace pensar en un contexto mucho más general en torno a la relación que tienen los futbolistas con los videojuegos. Muchos entrenadores y expertos en salud deportiva creen que un número creciente de atletas son adictos a ellos y que esto poco a poco comienza a afectar su rendimiento.
"Los futbolistas tienen personalidades adictivas, porque eso es lo que los hace buenos en sus trabajos. Desde pequeños, en fuerzas básicas, son condicionados a trabajar por un subidón, haciendo un gran pase o haciendo un gran gol. Al cerebro le gusta eso. Pero si no están recibiendo ese subidón del fútbol, lo están recibiendo de otro lugar: alcohol, drogas, apuestas o videojuegos. Es un subidón fácil. Los futbolistas están entrenados para ser competitivos y con este tipo de juegos, Fortnite o FIFA, están continuamente en competencia", señaló a GameQuitters, Steve Pope, psicoterapeuta deportivo.
Chicharito, en todo caso, sigue respondiendo en cancha y con 11 goles, pese a las lesiones, se mantiene como goleador del LA Galaxy.
Chicharito Hernández en Call of Duty Warzone