Un día más y otro nuevo capítulo en las miserias del fútbol mexicano.
Este domingo, el Tri Sub-23 cayó en la final del Torneo Maurice Revello por 4-1 ante Panamá y añadió una capa extra a la crisis que vive el entorno de la Selección Mexicana.
Sí, llegar a una final es algo que habitualmente se ve como un éxito, sin embargo existen una serie de factores que le dan a esta derrota un irremediable, aunque quizás injusto, sabor a fracaso.
Uno de esos factores, por supuesto, es la reciente y humillante derrota del Tri adulto ante Estados Unidos en las semifinales de la Liga de Campeones. Un 3-0 que caló hondo y que tiene a la FMF, los jugadores y los aficionados en una espiral de autodestructiva.
La otra es la forma en que capituló ante Panamá, un rival Concacaf. Los canaleros barrieron a México sin piedad, dejando la sensación de que todos los rivales de la región crecen y progresan, excepto por el Tri, que en contraste, parece estancado y hundiénsose en las arenas movedizas de la mediocridad.
Y nada refleja más esa idea que el rostro de este aficionado en las tribunas, viendo cómo Panamá maltrataba a la selección de sus amores.
Risa nerviosa, incomodidad y la gran pregunta: "¿qué diablos nos pasa?"
México vs Panamá - Final Maurice Revello
Para ser más o menos justos con el México Sub 23 dirigido por Raúl Chabrand, el partido fue bastante parejo en la primera mitad. De hecho, Panamá rompió el equilibrio cerca del descanso y desde el punto penal.
En el complemento, no obstante, Panamá conectó golpe tras golpe y gracias a José Bernal, Kahiser Lenis y Ángel Orelien para ponerse 4-0 en el marcador y asegurar el título en un torneo conocido por ser una gran vitrina para que jugadores jóvenes den un salto a Europa.
Sobre el final, Heriberto Jurado puso la conquista que llaman la del honor.
Pero la verdad es que mucho honor no quedaba.