Los muchachos del carrito de emergencia pasan por encima del pie de un jugador herido y se ríen a carcajadas de eso.
La Copa São Paulo de Futebol Júnior, una competición de copa entre equipos sub-20 brasileños, fue el escenario de más violencia entre equipos médicos y futbolistas el pasado domingo, una plaga creciente en el fútbol mundial.